En la actualidad los implantes dentales han revolucionado la práctica odontológica, ha habido un gran desarrollo en el conocimiento y avances de esta técnica de tal forma que se ha transformado en un tratamiento seguro y altamente recomendable. Sin embargo para su éxito tiene ciertos pre requisitos, uno de ellos es presentar una adecuada cantidad de hueso en la cresta alveolar, tanto vertical como horizontalmente.
Cuando esta condición no está presente el cirujano debe acudir a técnicas quirúrgicas que permitan que la cantidad de hueso sea favorable.
La posibilidad de insertar implantes en crestas óseas estrechas se hace posible realizando previamente una intervención denominada Expansión de reborde óseo la cual puede ser llevada a cabo mediante Spliting u osteodilatadores, que como su nombre lo dice, permite expandir las crestas óseas menores a 6mm, con el fin de asegurar el ancho suficiente para recibir el implante dental.
1. Splifting
La técnica de Expansión ósea mediante Spliting fue introducida con el fin de reducir las cirugías traumáticas, es realizada realizado bajo anestesia local y puede ser acompañado de sedación oral o consciente.
Consiste en realizar una incisión, un colgajo mucoperióstico (separar tejido blando y periostio) y separar las tablas óseas vestibular y ligual del reborde alveolar, mediante una osteotomía (cortar tejido óseo), además se realiza una o dos osteotomías laterales en el sector anterior y posterior de la región vestibular que permita movilizar el segmento.
Posteriormente se realiza la instalación de los implantes durante la misma intervención, los que generarán una expansión final. Ésta técnica está contraindicada en pacientes con crestas óseas delgadas, dado que podrían sufrir fracturas no deseadas durante la intervención. Finalmente se reposiciona el colgajo y se cierra mediante sutura.
2. Osteodilatadores
Por otro lado tenemos la técnica de expansión ósea mediante osteodilatadores, la cual, permite la expansión de rebordes óseos estrechos de una forma poco traumática, mediante el uso de expansores u osteodilatadores, los cuales son instrumentos que presentan una forma cilíndrica y cónica, con una punta cóncava y afilada, al ser utilizados generan un hueso más compacto hacia apical y lateral y se ubican con mayor frecuencia en la zona posterior del maxilar superior por presentar mejor manipulación a diferencia de la mandíbula.
El procedimiento es realizado bajo anestesia local y puede ser acompañado de sedación oral o consciente y consiste en realizar una incisión, un colgajo mucoperióstico y realizar una corticotomía que puede ser realizada con discos, fresas o bisturí ultrasónico e insertar los osteodilatadores de forma manual y ejerciendo presión de manera progresiva hasta llegar al diámetro que corresponde al implante que se quiere utilizar.
Finalmente dada la porosidad de hueso de los maxilares se procede a instalar el implante evitando la fractura de las tablas óseas. Finalmente el colgajo es reposicionado y cerrado mediante sutura.